El cuello es una de las regiones en las que más precozmente se observan los efectos del envejecimiento. Con el paso del tiempo, la piel del cuello se adelgaza, marcándose el límite anterior de los vientres del músculo platisma, lo que se conoce como bandas platismales. La aplicación de toxina botulínica en el cuello elimina las bandas platismales que se producen por la acción del músculo platisma asociado a la atrofia cutánea que se produce con el envejecimiento. Se consigue aplanar el cuello y rejuvenecerlo. El efecto del tratamiento tiene una duración de 6 meses. El efecto de la toxina botulínica en el cuello no será evidente hasta pasados unos 2 o 3 días.