El tratamiento consiste en una transformación integral del aspecto de la cara y una regeneración de los tejidos mediante la medicina estética. Podemos adaptar el tratamiento a las necesidades de cada paciente, combinando distintos tipos de productos que existen. El objetivo puede ser solucionar la flacidez y rejuvenecer el aspecto, o resaltar o corregir algún aspecto general que incomode en pacientes más jóvenes. Para ello, podemos realizar uno o varios procedimientos estéticos o médico estéticos dirigidos a potenciar la belleza natural armonizando el rostro específico de cada persona.